Alicatar el suelo del baño puede parecer una tarea difícil, pero con esta práctica guía podrás obtener resultados profesionales en unos pocos pasos. Echa un vistazo y aprende todo lo que debes saber antes de empezar.
Para planificar y preparar el trabajo, necesitarás:
- Nivel manual de 2 burbujas
- Lápiz
- Tiza
- Listones
- Cinta métrica
- Escuadra
Los siguientes materiales serán de gran utilidad a la hora de cambiar el alicatado, toma nota:
- Paleta de albañil
- Llana dentada
- Cemento cola
- Mazo con cabeza de caucho
- Crucetas de separación
- Cubo con agua limpia y una esponja
- Un paño seco y limpio
- Cortador de cerámica
- Tenaza para cerámica
- Lima para cerámica
- Guantes y gafas protectoras
- Llana de goma
- Alisador de juntas
Lo primero es escoger un adhesivo de calidad que pueda pegar tus baldosas. Es una tarea sencilla pero que requiere de atención, ya que hay numerosas posibilidades en el mercado. Deberás considerar los materiales a unir, la posible exposición a humedades, el peso a soportar y las temperaturas, entre otros factores. Lee las instrucciones del envase o pregunta al especialista en la tienda.
El suelo debe ser uniforme y estar limpio y seco. Antes de cambiar nada, procede con la reparación y puesta a punto de pequeños agujeros y grietas en la superficie. Para ello, puedes ayudarte de Pattex SP101 Original Blanco, que logra cubrir las grietas y huecos de manera eficaz, consiguiendo superficies lisas en poco tiempo. A continuación, toma las medidas a lo largo y a lo ancho del espacio para obtener la superficie total. Divide este total por la cantidad de baldosas que tengas para calcular cuántas necesitarás para alicatar el suelo del baño.
Es importante que las baldosas tengan el mismo color. Controla los códigos de lote o numeración para evitar variaciones que desluzcan el resultado final. Antes de empezar, mezcla las baldosas para uniformar su apariencia y evitar zonas más oscuras o claras que otras. En cuanto a las juntas, podrás escoger un color que contraste o uno que se fusione con el del alicatado.
- Antes de empezar, asegúrate de contar con todos los materiales y leer las instrucciones de los productos que hayas escogido.
- Coloca una fila de baldosas en el centro de la estancia a modo de prueba. Sin adhesivos y sin fijarlas. De este modo, evitarás tener que cortar trozos demasiado finos o pequeños en los extremos.
- Coloca una segunda fila de baldosas en los ángulos de la primera fila. Nuevamente, comprueba que no queden cortes extraños o demasiado pequeños en los extremos. Una vez hecho esto, ya podrás identificar cuál es el punto ideal para empezar a fijar las baldosas una a una.
- Traza dos líneas con tiza a lo largo de las filas de baldosas. Usa la escuadra y el listón para confirmar que sean correctas y rectas.
- Controla las baldosas. Para evitar sorpresas, selecciona aquellas que estén en buen estado y deja a un costado las que estén dañadas o no se vean bien.
- Ponte guantes y gafas protectoras y ¡a por ello!
- Distribuye el adhesivo. Con la ayuda de la llana dentada, aplica cantidades uniformes de adhesivo en superficies pequeñas partiendo desde la intersección de las dos líneas.
- Coloca las baldosas. Apoya la baldosa en la posición deseada y presiona con firmeza para fijar. Mueve levemente hacia los costados la pieza para garantizar mayor contacto. Elimina con una esponja húmeda los restos de pegamento que puedan quedar sobre las baldosas.
- Procede con las otras baldosas tomando la primera como referencia, en forma de abanico o arco, hacia los muros y hasta que cubras un cuarto de la superficie. Conforme avanzas, no olvides colocar las crucetas y corregir la posición final de cada una de las piezas.
- Controla que la superficie sea uniforme. Con la ayuda del nivel, asegúrate de que nada sobresalga o quede por debajo del nivel. Si debes mover una baldosa, hazlo delicadamente con golpecitos en los extremos usando el mazo con cabeza de caucho.
- Corta las baldosas para que entren en espacios más pequeños o con formas particulares. Cuando hayas alcanzado la pared, seguramente necesitarás adaptar algunas de las piezas para cubrir esa zona. Mide la distancia entre la pared y la baldosa anterior, sumando al total el espesor de las juntas. Traza el diseño sobre la baldosa con un marcador y corta el tamaño deseado con la tenaza para cerámica. Antes de colocar, suaviza los bordes con la lima.
- Asegúrate de que la última parte que coloques sea la zona cercana a la puerta.
- Deja secar. Cuando hayas terminado, no camines sobre el suelo ni pongas pesos encima. Deja reposar durante el tiempo indicado en el envase del adhesivo.
- Quita las crucetas. Cuando haya secado completamente, puedes quitar las crucetas que ya han hecho su trabajo.
Una vez las baldosas estén firmes y el adhesivo haya secado, es hora de proceder con las juntas. Lee las instrucciones del producto para juntas escogido para asegurarte de que sea el adecuado.
- Aplica la cantidad necesaria de mezcla para juntas con la ayuda de la paleta de albañil. Distribuye de manera uniforme.
- Trabaja en zonas pequeñas, un poco a la vez. Antes de que seque, corrige imperfecciones con el alisador y remueve los residuos con un trapo húmedo.
- Repite el paso anterior hasta cubrir toda la superficie. Deja secar.
- Limpia el alicatado con un trapo húmedo y seca con un paño limpio.
- Si lo crees conveniente, aplica un sellador siguiendo las juntas. Coloca cinta a ambos lados de las uniones para evitar derrames y retira cuando hayas terminado. Escoge un sellador flexible e impermeable pensado para zonas húmedas, como Pattex Baño&Cocina.
- Alisa las uniones. El alisador y un buen ojo son infalibles para dar un acabado profesional al terminar de alicatar el suelo del baño.
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